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Anna Wintour deja Vogue EU tras 37 años al mando, pero su legado continúa

Escrito por Staff Capital Mujer | Jun 26, 2025 9:46:55 PM

Después de casi cuatro décadas definiendo el rumbo de la moda desde la cima editorial de Vogue Estados Unidos, Anna Wintour anunció su salida como directora de contenido editorial de esa edición. Aunque deja el puesto que ocupó desde 1988, continuará como directora global de contenido de Condé Nast y directora editorial global de Vogue.

La decisión fue comunicada internamente durante una reunión del personal este miércoles, según confirmó un portavoz del grupo editorial al New York Post. Su salida ocurre en medio de una ola de cambios dentro del conglomerado, que también incluye la renuncia reciente de Radhika Jones como directora de Vanity Fair.

Wintour, de 75 años, ha sido una figura polarizadora pero central en la industria. Con su inconfundible corte bob, gafas oscuras y expresión hermética, construyó una imagen pública que trascendió las redacciones y se convirtió en ícono cultural. Bajo su liderazgo, Vogue se posicionó como autoridad mundial en moda, al tiempo que su influencia moldeó carreras de diseñadores, modelos y fotógrafas, pero también fue señalada por prácticas editoriales excluyentes y una visión tradicionalista de la belleza.

Un cambio de etapa, pero no de poder

Aunque deja la dirección editorial de la edición estadounidense, Wintour sigue siendo una figura de poder dentro de Condé Nast, a cargo de supervisar las ediciones globales de Vogue y otras publicaciones de renombre como GQ, Glamour, Wired, Bon Appétit y Vanity Fair. Su control editorial sigue intacto en la estructura global, donde se ha encargado en años recientes de centralizar las decisiones de contenido en todas las sedes internacionales.

La noticia de su salida resulta sorpresiva para muchas personas, sobre todo luego de que en febrero pasado, tras recibir el título de Compañera de Honor en el Palacio de Buckingham, negara cualquier intención de retirarse. "Esto me convence aún más de que tengo mucho más por lograr", dijo entonces.

Un legado que merece ser cuestionado

Desde que asumió la dirección de Vogue en 1988, Wintour ha sido celebrada por su instinto infalible para detectar tendencias, por haber incorporado a la moda al lenguaje de la cultura pop y por su cercanía con figuras del poder político, del entretenimiento y del diseño.

Pero también ha sido criticada por promover durante años un modelo estético basado en la delgadez extrema, la blancura y la exclusividad de clase. No fue sino hasta el 2020, tras el auge de Black Lives Matter, que Vogue reconoció públicamente sus fallas en representación e inclusión. En una carta a sus trabajadores, Wintour admitió que la revista había sido parte del problema.

Hoy, al anunciar este cambio, el legado de Anna Wintour se encuentra en revisión. No se trata solo de celebrar su permanencia en un medio históricamente dominado por hombres, sino de interrogar qué modelos de poder construyó desde ahí, a quiénes abrió las puertas y a quiénes dejó fuera.