Más de 8.7 millones de personas adultas mayores y con discapacidad ya han sido visitadas en sus hogares como parte de la estrategia federal “Salud casa por casa”, informó la secretaria del Bienestar, Ariadna Montiel. Esta iniciativa tiene como objetivo llevar atención médica directa hasta donde más se necesita, especialmente a quienes enfrentan mayores barreras para acceder al sistema de salud: adultas y adultos mayores y personas con discapacidad.
La estrategia pone un énfasis especial en el acompañamiento cercano, continuo y con rostro de mujer: del total de 19 mil 915 profesionales de la salud desplegados, 15 mil 572 son mujeres (médicas, enfermeras y técnicas en salud) que están recorriendo comunidades en todo el país.
Una de las claves de este programa es que el mismo profesional de salud visitará siempre a la persona, creando así una relación de confianza y seguimiento constante. Durante la primera visita, se levanta una historia clínica, se hace una revisión física general y se aplican pruebas rápidas para detectar enfermedades. Esta atención incluye:
Además, se pregunta por antecedentes personales y familiares, uso de medicamentos, vacunas, alimentación, actividad física, salud emocional, ingreso económico, nivel educativo y condiciones de vivienda.
Toda esta información será digitalizada por las y los enfermeros, y compartida con la Secretaría de Salud para asegurar seguimiento oportuno.
Con base en la evaluación inicial, cada persona será clasificada en uno de cuatro grupos de riesgo, lo que permitirá establecer un plan de visitas adecuado a sus necesidades:
La enfermera o enfermero encargado del seguimiento será quien defina el calendario de visitas, priorizando a quienes más lo necesiten.
Si el personal tiene dudas o necesita apoyo, puede contactar de inmediato al centro de atención telefónica, donde 50 médicos están disponibles para orientar o prescribir tratamientos, si es necesario.
Además, si durante las visitas se detecta que una persona requiere atención médica especializada, podrá ser referida a clínicas del IMSS o ISSSTE, incluso si no cuenta con derechohabiencia.