El rapero, productor y empresario Sean “Diddy” Combs fue declarado culpable este miércoles de violar la Ley Mann —relacionada con la prostitución y el transporte de personas con fines sexuales—, pero resultó absuelto de los cargos más graves de tráfico sexual y crimen organizado, según informaron medios estadounidenses.
La sentencia, emitida tras un juicio que atrajo la atención internacional, representa un resultado mixto que, si bien libra al artista de cadena perpetua, podría significar hasta diez años de prisión. También marca un fuerte golpe para su imagen pública y su carrera en la música, la moda y la televisión.
De acuerdo con el fallo, el jurado encontró a Combs responsable de haber transportado a mujeres y trabajadores sexuales masculinos por distintos puntos del país —incluidas sus parejas sentimentales— para encuentros sexuales, lo que constituye una violación de la Ley Mann, una norma federal vigente desde 1910.
Sin embargo, el jurado —compuesto por ocho hombres y cuatro mujeres— no encontró pruebas suficientes para declararlo culpable de los cargos de tráfico sexual y conspiración de crimen organizado. Estas acusaciones estaban relacionadas con denuncias de que Combs habría manipulado, drogado e intimidado a sus parejas para participar en maratones sexuales, hechos que su defensa negó tajantemente.
“Las mujeres eran participantes voluntarias”, argumentó el equipo legal del artista, que además minimizó la naturaleza violenta de algunas acciones denunciadas.
Este caso podría sumarse a la larga lista de figuras poderosas en la industria del entretenimiento que, pese a enfrentar acusaciones graves, logran evadir los cargos más contundentes. Ahora queda por conocerse la lectura de la sentencia, mientras persiste la pregunta sobre si el sistema judicial está realmente preparado para enfrentar la violencia sexual cuando hay fama y poder de por medio.