El verano está a la vuelta de la esquina, y con él llegan más horas de sol, calor y cambios en nuestra rutina diaria. Para cuidar de nuestra piel y mantenerla sana y radiante, es importante adoptar algunos hábitos sencillos que nos protejan y nutran durante esta temporada. Además de que te ayudarán a lucir y sentirte fantástica.
El calor y la exposición solar pueden deshidratar la piel rápidamente. Beber suficiente agua es fundamental, pero también puedes complementar con cremas hidratantes ligeras que ayuden a mantener la barrera natural de la piel.
No olvides aplicar protector solar todos los días, incluso si el cielo está nublado. Busca uno con un factor de protección adecuado para tu tipo de piel y reaplica cada dos horas si estás al aire libre.
Incorpora frutas y verduras frescas como berries, cítricos, zanahorias y espinacas. Estos alimentos ayudan a combatir el daño causado por los radicales libres y mantienen la piel con un aspecto saludable.
Evita exfoliaciones agresivas o productos demasiado fuertes que puedan irritar la piel en esta época. Opta por limpiadores suaves y mascarillas hidratantes que aporten frescura y calma.
Cada piel es única. Observa cómo reacciona a los cambios y ajusta tu rutina si notas sequedad, enrojecimiento o sensibilidad.
Con estos cuidados simples, tu piel estará lista para disfrutar del verano con vitalidad y protección.