Lilia Gema García Soto, presidenta municipal de San Mateo Piñas, Oaxaca, fue asesinada este domingo 15 de junio al interior del Palacio Municipal por un grupo armado que irrumpió violentamente en el lugar. El ataque, que también cobró la vida de un hombre identificado como G.R.G., fue perpetrado por seis sujetos a bordo de cuatro motocicletas, confirmó la Fiscalía General del Estado.
La presidenta municipal, electa en 2022 para el periodo 2023-2025, marcó un hito en la historia local: fue la primera mujer en gobernar este municipio regido por sistemas normativos indígenas. Su elección representó un avance en el acceso de las mujeres a cargos de toma de decisiones, especialmente en comunidades donde la representación femenina ha sido históricamente limitada.
En su momento, García Soto agradeció a la comunidad por su confianza: “Ganamos con el voto de la gente pura de corazón, de quienes no recibieron ni un peso, ni promesas, sino que confiaron en mí para trabajar por nuestro pueblo”, declaró en un video que aún circula en redes.
Tras los hechos, el gobernador Salomón Jara Cruz condenó el crimen y aseguró que no habrá impunidad. Un operativo conjunto entre la Secretaría de la Defensa Nacional, la Secretaría de Marina y la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana fue desplegado en la región de la Costa.
La Vicefiscalía Regional realiza las investigaciones correspondientes para dar con los responsables, mientras las autoridades locales y federales enfrentan nuevamente cuestionamientos sobre la protección efectiva de las mujeres en el ejercicio del poder político.
Al ser cuestionada respecto a las investigaciones en el caso durante la conferencia matutina de este lunes, la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, afirmó que el gabinete de seguridad dará seguimiento al caso, pero la fiscalía local es la que realizará las investigaciones respectivas para esclarecer los hechos. También aseguró que cualquier avance "se informará en su momento".
Oaxaca cuenta con una Alerta de Violencia de Género desde 2018, sin embargo, las cifras siguen siendo alarmantes. Organizaciones como Consorcio Oaxaca y GesMujer documentan más de 900 asesinatos violentos de mujeres desde entonces, mientras que las cifras oficiales reportan apenas 15 carpetas por presunto feminicidio en 2024.
La muerte de Lilia Gema García Soto no solo representa una pérdida para su comunidad, sino también un recordatorio de los obstáculos que enfrentan las mujeres que se atreven a ejercer el poder en México.