Este martes, la presidenta Claudia Sheinbaum hizo frente a la crisis comercial generada tras la decisión de Estados Unidos de imponer un arancel del 17.09 % a las importaciones de jitomate mexicano, una medida que entró en vigor el 14 de julio y que pone en riesgo a productores nacionales y eleva los precios al consumidor.
En su conferencia mañanera, Sheinbaum explicó que la medida es resultado de una política económica proteccionista de la era Trump. Subrayó que Estados Unidos no tiene suficiente capacidad de producción interna para satisfacer su demanda, ya que México provee el 65 % a 70 % del consumo estadounidense, especialmente de Sinaloa, por lo que es “muy difícil que dejen de importar jitomate mexicano”
La mandataria detalló que, durante su gira por Sinaloa y Sonora, se reunió con productores y autoridades agrícolas para operar rápidamente mecanismos que mitiguen el impacto del arancel. Informó sobre la próxima creación de una “mesa de trabajo”, con la participación de la Secretaría de Agricultura y Economía, para diseñar estrategias de apoyo que se anunciarán la próxima semana.
“Son decisiones que toman desde Estados Unidos… es muy difícil que se deje de exportar jitomate de México a Estados Unidos, porque no les alcanza”, insistió Sheinbaum, y agradeció también la colaboración del sector agrícola y de los gobernadores de Sinaloa y Sonora.