¿Alguna vez has sentido que tus logros se deben más a la suerte que a tu esfuerzo? ¿Te incomoda cuando te felicitan por ese ascenso o aumento que conseguiste con tanto trabajo? ¡Ten cuidado! Puedes estar pasando por el famoso fenómeno psicológico conocido como Síndrome del impostor.
Entendiendo el Síndrome
Se trata de una afección psicológica en la que una persona exitosa siente que está ocupando un puesto que le pertenece a alguien más o que los éxitos alcanzados fueron por mera suerte y que no son merecedoras de ello.
Este síndrome ocasiona que las personas atribuyan sus logros alcanzados a factores externos o que ellas no controlan, como intervención divina o ese ritual de luna llena que hicieron el mes pasado. De esta manera, minimizan todos sus esfuerzos: las 20 mil horas que pasaron aprendiendo sobre una nueva aplicación para ascender en el trabajo o las miles de noches de desvelo estudiando para pasar una certificación de inglés. Entonces, como su nombre lo señala, empiezan a sentir que son un "fraude" o un "impostor".
Factores que lo generan
Este síndrome, como cualquier otro, tiene su origen en eventos o características traumáticas de nuestra vida. Generalmente se asocia a:
- Baja autoestima: no reconocer tus habilidades y logros porque subestimas tus capacidades, derivado de una visión negativa de ti misma.
- Importancia de las críticas: sueles ser sensible ante las críticas o evaluaciones negativas de los demás, de manera que te centras más en esos aspectos que en los positivos y tus habilidades.
- Estereotipos de género: sí, como lo lees, estos aspectos pueden ser determinantes para tu desarrollo profesional, por ejemplo, al establecer que solo un género puede ser bueno para desempeñar una u otra actividad, puedes sentir que estás ocupando el lugar en el que debería estar un hombre, por ejemplo, ostentar un cargo directivo.
- Reconocimiento en la infancia: la falta de reconocimiento en la infancia puede detonar el síndrome. Si de niña no fuiste validada por figuras de autoridad puede que desarrolles sentimientos de inseguridad sobre tus capacidades.
Consejos para combatir el Síndrome?
Lo ideal es que si sospechas que puedes tener este síndrome, acudas a terapia psicológica, para que un profesional te oriente y te ayude a sanar tus afecciones y a ir reconociendo a tu ritmo tus habilidades y capacidades.
Sin embargo, aquí te dejamos cuatro breves consejos que puedes ir aplicando a la par que acudes con tu terapeuta:
- Toma las críticas de manera constructiva. Reconoce que todos cometemos errores, pero un fallo no determina tus capacidades; al contrario, te puede ayudar a mejorarlas a base de aprendizaje.
- Desafía la cultura y todo lo que has aprendido sobre las diferencias y el lugar que "debe ocupar una mujer". Cuestiona si realmente el género es un determinante para tu desarrollo profesional. Reconoce que tu calidad de mujer no te hace menos merecedora de algo.
- Reconecta contigo misma y no seas tan dura. Equivocarte no te hace menos capaz; eres mucho más que tus errores. Haz un ejercicio de autoanálisis y trata de ser más objetiva, para que logres reconocer tus habilidades.
- Celebra tus éxitos por más pequeños que sean. No dejes a un lado la oportunidad de celebrar una meta alcanzada, porque eso te alentará a querer conseguir más y más.
Recuerda: no estás sola, no eres un fraude. Lo que has logrado, lo has trabajado. Y eso merece ser reconocido.