La violencia contra niñas y niños en zonas de conflicto alcanzó en 2024 un nivel “sin precedentes”, con más de 41 mil violaciones graves de derechos humanos, de acuerdo con el informe anual del secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, publicado el jueves 19 de junio.
El documento registra un incremento del 25 % respecto al año anterior en crímenes como asesinatos, mutilaciones, violencia sexual, secuestros, reclutamiento forzado y ataques a infraestructura civil como escuelas y hospitales. La principal causa del aumento ha sido la ofensiva militar de Israel en la Franja de Gaza.
“Las voces de 22 mil 495 niños inocentes que deberían estar aprendiendo a leer o jugando, pero que han tenido que aprender a sobrevivir a bombardeos y balas, deberían quitarnos el sueño. Estamos en un punto de no retorno”, advirtió Virginia Gamba, representante especial de la ONU para Niños y Conflictos Armados.
La funcionaria denunció que tanto actores no estatales como gobiernos han violado la legislación internacional que protege a la niñez en contextos bélicos. Aunque los grupos armados son señalados como principales perpetradores de abusos, los gobiernos han sido responsables de asesinar y mutilar, así como de bloquear el acceso humanitario y atacar instalaciones civiles.
En el desglose por regiones, Israel y los territorios palestinos ocupados, especialmente Gaza, concentran el mayor número de violaciones: 8 mil 554 casos, lo que representa más de una quinta parte del total global, duplicando a la República Democrática del Congo, segundo país con más abusos reportados.
Los abusos más frecuentes en todo el mundo fueron los asesinatos y mutilaciones, con 11 mil 967 casos, seguidos por la denegación de ayuda humanitaria y el uso de niños en conflictos armados, con más de 7 mil incidentes cada uno. También aumentaron un 17 % los casos en los que niñas y niños fueron víctimas de múltiples violencias combinadas, como secuestro, violencia sexual y participación forzada en combates.
Gamba subrayó que los más de 3 mil menores detenidos por estar asociados a grupos armados deben ser reconocidos como víctimas, no como criminales. A pesar del panorama devastador, el informe destaca como señal de esperanza que en el mismo año, 16 mil 500 niños vinculados previamente a grupos armados recibieron apoyo para su reintegración social y civil.
“No podemos permitir que la infancia sea una víctima más de la guerra. El momento de actuar es ahora. No mañana, no algún día, hoy”, sentenció Gamba.