La amistad entre un menor de edad y una persona adulta no debe normalizarse, especialmente cuando surge a través de redes sociales. Aunque es positivo que niñas, niños y adolescentes aprendan a utilizar herramientas digitales e incluso hagan amistades con otros menores en línea, el riesgo aparece cuando personas adultas buscan ganarse su confianza con fines sexuales.
Esta forma de violencia digital se conoce como grooming, y se da cuando un adulto se hace pasar por amigo, establece una relación de confianza con un menor y posteriormente le pide fotos, videos íntimos o incluso propone encuentros en persona.
Así opera el grooming paso a paso
El grooming es una forma de abuso sexual digital en la que un adulto manipula psicológicamente a un menor a través de internet. El proceso suele seguir este patrón:
- El adulto inicia el contacto, generalmente haciéndose pasar por alguien de su edad o mostrando mucho interés en sus gustos.
- Gana la confianza del menor preguntando sobre su vida personal, familia o intereses.
- Cuando hay un vínculo establecido, solicita imágenes o videos íntimos.
- Posteriormente, usa chantajes o amenazas para obtener más contenido o incluso forzar un encuentro físico.
¿Qué dicen los datos?
Según la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH) 2023 del INEGI:
- En México, 106.7 millones de personas mayores de 12 años usan internet.
- De ellas, 18.4 millones (20.9%) han sufrido alguna forma de acoso cibernético.
Estas cifras alertan sobre la urgencia de fortalecer la prevención y vigilancia del uso que niñas, niños y adolescentes hacen de la tecnología.
¿Cómo prevenir el grooming?
Si tienes menores en casa, estas medidas pueden ayudarte a protegerlos:
- Activa controles parentales en dispositivos y aplicaciones.
- Configura adecuadamente redes sociales, videojuegos y apps que utilizan.
- Conversa con niñas, niños y adolescentes sobre los riesgos digitales y fomenta la confianza para que hablen contigo si algo les incomoda.
- Infórmate sobre las plataformas que usan y con quién interactúan.
La tecnología puede ser una aliada en la educación y el desarrollo, pero también puede volverse un riesgo si no hay acompañamiento adulto. Estar informadas es el primer paso para evitar que el grooming y otras formas de violencia digital vulneren a nuestras infancias y adolescencias.
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