En su informe "Lideresas políticas 2025", la Organización de las Naciones Unidas (ONU) Mujeres, destacó que los puestos de liderazgo político y posición política registra poca participación femenina.
Aunque se reconoce que la participación igualitaria de las mujeres en la política es clave para lograr sociedades más justas y alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, el mundo aún está lejos de lograr la paridad de género en los espacios de decisión.
¿Qué dicen los datos?
- Altos cargos: al 1 de junio de 2025, solo 27 países tienen mujeres como Jefas de Estado o de Gobierno. A este ritmo, la igualdad en los más altos niveles de poder no se alcanzará en 130 años.
- Gabinetes: apenas el 22.9 % de los ministerios clave están encabezados por mujeres, y solo nueve países han logrado una composición paritaria en sus gabinetes.
- Parlamentos: las mujeres ocupan el 27.2 % de los escaños parlamentarios a nivel mundial. Aunque ha habido avances desde 1995 (cuando eran apenas el 11 %), aún hay países donde la representación femenina no llega ni al 10 %, e incluso algunos donde no hay ninguna mujer legisladora.
- Gobiernos locales: a nivel municipal, las mujeres ocupan el 35.5 % de los puestos en órganos deliberativos, aunque solo dos países han alcanzado la paridad.
Lo que está funcionando
Las cuotas de género han sido una herramienta clave para impulsar el acceso de las mujeres a cargos públicos. Los países que las aplican tienen hasta siete puntos porcentuales más de representación femenina que aquellos que no lo hacen.
Además, diversos estudios muestran que la presencia de mujeres mejora los resultados de la política pública. Por ejemplo, en India, los consejos locales liderados por mujeres impulsaron más proyectos de agua potable. En Noruega, su participación en gobiernos locales se asoció con mayor cobertura en atención infantil.
Lo que aún queda por hacer
A pesar de los avances, la paridad en la política aún es un objetivo lejano. Alcanzarla no solo es una cuestión de justicia: es una forma de mejorar la calidad de los gobiernos, construir democracias más sólidas y avanzar hacia sociedades verdaderamente igualitarias.
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