Meredith, Medelín y Karla tenían 11 y 9 años. Sus cuerpos fueron hallados el sábado 5 de julio a las afueras de Hermosillo, en un paraje desolado a 60 kilómetros de la ciudad. El hallazgo lo hizo el Colectivo Buscadoras por la Paz, que las identificó como hijas de una mujer de 28 años, también asesinada apenas un día antes, en la misma zona. La Fiscalía de Sonora informó que hay un detenido: la pareja sentimental de la madre, presuntamente vinculado al crimen organizado.
“Queremos ofrecer nuestro más sincero pésame a la familia de estas princesas que les cortaron sus alas gente sin escrúpulos”, escribió el colectivo, en un mensaje tan contundente como doloroso. “No debemos normalizar algo tan espantoso”, añadieron.
El caso ha conmocionado a la sociedad sonorense y ha desatado un nuevo llamado de urgencia. Organismos como el Observatorio de Seguridad de Hermosillo y los comités ciudadanos de seguridad han exigido acciones efectivas por parte de las autoridades para frenar los crímenes de alto impacto, y especialmente, la violencia que alcanza a niñas, niños y adolescentes. Tan solo en las últimas semanas, se han registrado al menos 18 homicidios en la zona.
Una respuesta desde el gobierno federal
Durante su conferencia matutina de este lunes 7 de julio, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, condenó el feminicidio y el asesinato de las tres menores. Confirmó que ya hay un detenido y adelantó que solicitó una revisión puntual de las cifras de violencia contra niñas y niños a nivel nacional, así como de la violencia intrafamiliar.
“Siempre vamos a condenar cualquier feminicidio y, obviamente, la violencia contra niñas y niños”, expresó la mandataria, quien subrayó que su gobierno fortalecerá las capacidades de inteligencia, investigación y procuración de justicia. “Tenemos que asegurarnos de que el sistema de nuestro país no libere delincuentes”, dijo.
Sheinbaum también adelantó que, sin interferir con las autonomías de las fiscalías estatales, se hará un diagnóstico de qué debe modificarse para que las carpetas de investigación se integren adecuadamente y se puedan perseguir los delitos con eficacia.
Más allá de los números
Aunque desde el gobierno federal se insiste en que los delitos de alto impacto van a la baja, con excepción de la extorsión, lo ocurrido en Sonora confirma que la violencia infantil sigue siendo una herida abierta. Más aún cuando la violencia ocurre en el entorno familiar, cuando los responsables son personas cercanas a las víctimas, y cuando el crimen organizado encuentra terreno fértil en contextos de abandono institucional.
Hoy, tres niñas y su madre ya no están. El impacto de su asesinato no puede reducirse a cifras. Porque como bien lo dijo el colectivo que las encontró: no debemos normalizar lo espantoso.
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NoticiasJul 7, 2025 10:31:49 AM
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