¿Cuántas de nosotras no crecimos viendo a Lindsay Lohan en la televisión o el cine? Desde “Juego de gemelas” hasta “Confesiones de una típica adolescente”, pasando por la icónica “Chicas pesadas”, Lindsay marcó una época que llevamos grabada en la memoria. Para quienes ya pasamos los 30, verla de nuevo en pantalla no solo es emocionante: es una postal directa a nuestra adolescencia.
Pero no solo es nostalgia. Sus películas trascendieron generaciones, y muchas de ellas han envejecido sorprendentemente bien. Entre todas, hay una que conserva su encanto a lo largo del tiempo: “Un viernes de locos”, aquella divertida historia en la que madre e hija intercambian cuerpos por arte de magia. Y sí: vuelve este verano con una esperada secuela.
¿Qué podemos esperar de “Otro viernes de locos”?
La nueva película, titulada “Otro viernes de locos”, llega a los cines este 7 de agosto y regresa con las actrices originales: Lindsay Lohan y Jamie Lee Curtis. La emoción es real, y México ya demostró que sigue siendo uno de los públicos más fieles. El pasado 24 de julio, el elenco visitó la Ciudad de México para una alfombra roja en Parque Toreo, donde cientos de fans —que crecieron con Lindsay— se reunieron para verla de cerca.
Esta nueva entrega nos presenta a Anna y Tess Coleman años después del primer intercambio. Ahora, Anna tiene una hija y una futura hijastra. Las familias están por fusionarse y, como era de esperarse, la magia vuelve a hacer de las suyas: esta vez, el cambio de cuerpos incluye a más de una generación.
La película se enfoca en los enredos y aprendizajes que surgen en medio de esta dinámica familiar, con el humor, el caos y los momentos emotivos que tanto nos gustaron de la primera.
Lindsay Lohan no solo regresa al cine: regresa a nuestras vidas con una historia que nos conecta con quienes fuimos y con lo que seguimos siendo. “Otro viernes de locos” promete no solo risas y enredos familiares, sino también ese reconfortante abrazo de volver a ver a una actriz que nos acompañó en momentos clave de nuestra adolescencia. Y en un mundo que cambia tan rápido, reencontrarnos con algo familiar —como una película con corazón— puede ser justo lo que necesitamos este verano.
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