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La amistad entre Blake Lively y Taylor Swift ha sido durante años una de las más visibles (y celebradas) del espectáculo. Pero hoy, sus nombres comparten titulares por razones muy distintas: una disputa legal que pone en el centro cuestiones de acoso, poder, privacidad y, también, los límites de la sororidad.

Todo comenzó con una demanda interpuesta por Blake Lively contra el actor y director Justin Baldoni, a quien acusa de acoso sexual durante el rodaje de "Romper el Círculo", cinta que coprotagonizaron. Según la actriz, el ambiente laboral era tóxico y cargado de violencia de género. En respuesta, Baldoni presentó una contrademanda por 400 millones de dólares, en la que también aparece —de forma indirecta— el nombre de Taylor Swift.

Recientemente, un juez resolvió que Baldoni puede acceder a mensajes entre Lively y Swift, siempre que estén relacionados con la producción o la batalla legal. Esta decisión responde al hecho de que la propia Lively habría asegurado que la cantante conocía las quejas sobre el ambiente en el set. La orden incluye medidas de protección para evitar filtraciones a la prensa.

El equipo legal de Lively había intentado excluir esos mensajes, pero el acuerdo propuesto fue rechazado. Desde entonces, su vocería ha acusado a Baldoni de intentar explotar la imagen de Swift —quien fue nombrada en documentos internos de la firma Wayfarer, bajo el término “acosadora”— como una estrategia para desviar la atención de las denuncias de acoso y represalias que enfrenta.

En mayo, Swift fue citada como testigo, pero su equipo negó cualquier vínculo con el proyecto: “Taylor Swift nunca pisó el set, no tomó decisiones creativas ni vio la película hasta semanas después de su estreno”, se afirmó en una declaración pública. La citación fue retirada días después.

Más allá del ámbito judicial, los ecos del conflicto también sacuden lo personal. Una fuente cercana, citada por Daily Mail, aseguró que Swift habría cortado lazos con Lively, de quien es madrina de sus hijas. El motivo: sentirse “traicionada” y “explotada”. Al parecer, Lively ha intentado retomar el contacto, sin éxito.

Entre acusaciones cruzadas, mensajes judicializados y relaciones fracturadas, el caso recuerda que, cuando una mujer alza la voz en la industria del entretenimiento, lo que se pone en juego no es solo su carrera, sino también su red de afectos, su imagen pública y su intimidad.

El juicio está previsto para marzo de 2026.

 

Publicado por Staff Capital Mujer
Jun 19, 2025 1:04:47 PM

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