Aunque ya no es una novedad, el uso de toallas sanitarias desechables transformó radicalmente la forma en que las personas menstruantes viven su periodo. ¿Te has preguntado de dónde vienen, cómo surgieron y por qué siguen siendo el producto menstrual más usado? La edición de mayo de la Revista del Consumidor de la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO) nos explica y nosotras a ti.
Así comenzó todo
Antes del siglo XX, las mujeres usaban telas o gasas lavables durante su menstruación. Eran incómodas, poco seguras y limitaban la posibilidad de realizar actividades fuera del hogar. En los siglos XVII al XIX surgieron compresas de algodón que se ajustaban al cuerpo, pero eran caras y no estaban al alcance de todas.
Cubriendo necesidades
Con la Primera Guerra Mundial y el aumento en el precio del algodón, surgió la necesidad de encontrar un nuevo material. Fue entonces cuando Kimberly-Clark, junto con el químico Ernest Mahler, desarrolló un sustituto: cellucotton, una pulpa de papel absorbente que comenzó a usarse en productos médicos.
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En 1919, nacieron las primeras toallas sanitarias desechables Kotex, disponibles en tiendas Woolworth de Estados Unidos. El nombre viene de cotton (algodón) y texture (textura), y su impacto fue inmediato: las mujeres podían moverse con mayor libertad, trabajar y participar en la vida pública sin preocuparse por mancharse.
Popularidad en México
Según la Primera Encuesta Nacional de Gestión Menstrual (2022), realizada por UNICEF, Essity y Menstruación Digna, el producto menstrual más usado en México sigue siendo la toalla desechable. En segundo lugar están las toallas de tela, que muchas mujeres prefieren por ser reutilizables y más económicas.
El estado de Michoacán es el que registra mayor uso de toallas de tela. En contraste, en la Ciudad de México, el 88.46% de las mujeres prefiere las desechables, lo que ha impulsado la variedad de modelos disponibles.
Desmitificando la sangre menstrual
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Un dato importante que aún necesita más difusión: la sangre menstrual no es sucia. Es un fluido compuesto por sangre, células, minerales y nutrientes, incluso contiene células madre. A pesar de ello, sigue siendo motivo de estigmas y desinformación.
Falta educación menstrual
El acceso a productos de higiene no es suficiente. Según datos de UNICEF, en México:
- 69% de las niñas y adolescentes dijeron tener poca o nada de información durante su primera menstruación.
- Solo 16% afirmó haber recibido información precisa.
Esto refleja la urgencia de brindar educación menstrual, derribar tabúes y facilitar la gestión menstrual como parte del derecho a la salud y a la dignidad.
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Bienestar y SaludJun 9, 2025 9:46:16 AM
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